José Pablo Ferrándiz y Francisco Camas García presentaron en el Ateneo de Almagro el libro La cocina electoral en España y explicaron las claves para entender cómo se obtienen los resultados de las encuestas electorales

Los profesores de la Universidad Carlos III e investigadores de Metroscopia, José Pablo Ferrándiz y Francisco Camas García, iniciaron el curso de actividades en el Ateneo de Almagro con la presentación del libro La cocina electoral en España. Estimar votos en tiempos de incertidumbre. La sede del Ateneo de Almagro se llenó para escuchar a estos «invitados de excepción», como los calificó José Antonio Prieto, presidente del Ateneo, en su agradecimiento de bienvenida. Patxi Terrazas, coordinador de la sección de Política y Sociología, moderó el acto y presentó a los invitados, justificando la idoneidad del tema a tratar a pocas semanas vista de las elecciones generales, reflexionando en su intervención inicial sobre el cariz del término «cocina» al aplicarlo en este campo.

José Pablo Ferrándiz tomó la palabra en primer lugar para contar las motivaciones que les empujaron a escribir este libro: «La primera llamada del lunes después de las elecciones siempre es un periodista que quiere saber por qué se han equivocado las encuestas», confesó el profesor, dejando claro que «las encuestas nunca se equivocan». Por eso pensaron explicar a todo aquel interesado en este tema cómo se lleva a cabo esta cocina electoral, proceso que Ferrándiz definió como el «análisis de unos datos brutos que sabemos que tienen algunos sesgos, y que tenemos que corregir».

En su intervención aclaró que «la gente no miente en las encuestas, lo que sucede es que tiene dudas. Por eso se suele decir que las encuestas son fotografías fijas de un determinado momento», explicó. Incidió en que la existencia de tantas fuerzas políticas hace que los ciudadanos decidan su voto cada vez más tarde, y quiso enfatizar que «no podemos pedir que las encuestas anticipen un resultado electoral, pero lo que sí podemos establecer son tendencias, para eso sirven». Habló sobre la prohibición de publicar sondeos en los días previos a las elecciones, y dijo que «es algo absurdo», ya que no se pueden publicar pero se pueden seguir encargando: «Es quitar a los ciudadanos una herramienta fundamental para decidir su voto», afirmó, animando a todos a velar para que la transparencia sobre cómo están hechas las encuestas sea la máxima.

Francisco Camas ofreció su visión particular de lo que significa el concepto de cocina: «La cocina es química, es técnica, es saber hacer. Tiene mucho de ciencia, de transformar ese alimento en bruto en un alimento digerible. Pero también tiene algo de artesanía, de arte. Y en ese sentido la cocina electoral se parece muchísimo, también es como un arte, porque trabajamos con ensayo y error, y vamos mejorando con el tiempo. Aplicamos un método científico», explicaba en su entradilla.

Camas García enseñó gráficas sobre el efecto de los debates electorales previos a las pasadas elecciones del 28 de abril, demostrando que el ingrediente de la victoria de un candidato en un debate tiene su influencia, algo que pudo evidenciarse en la gráfica de la evolución del voto durante la última semana previa a las elecciones. Habló de los factores estructurales y coyunturales que influyen a la hora de decidir el voto, recordando que prácticamente la mitad de los españoles dicen que el principal problema de España son los políticos, y la situación en Cataluña. Por eso explicó que es previsible que las decisiones de los políticos y lo que pase en Cataluña pueda influir en el resultado electoral.

De hecho desveló que según los últimos datos analizados en Metroscopia, los acontecimientos en Cataluña ya están teniendo incidencia en la intención de voto, anunciando que está beneficiando a VOX, que podría estar peleando la tercera posición en clave nacional en esa última foto fija manejada por los analistas. Como «regalo» a los asistentes desveló la estimación hasta el día anterior en la provincia de Ciudad Real y su traducción en escaños, insistiendo en dejar claro que es una estimación.

La exposición de los dos invitados se extendió durante dos horas, dedicando prácticamente la mitad de ese tiempo a responder las preguntas de los asistentes y conversar apasionadamente, con mucha claridad y generosidad, con todos ellos, recibiendo un cariñoso y sincero aplauso de la sala al finalizar el acto.

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