El joven doctor en Arqueología Prehistórica habló de piedras, homininos y monos para explicar las líneas fundamentales de su tesis doctoral
El Ateneo de Almagro inauguró este viernes sus actividades de 2021 con la puesta de largo de Almagro CIC (Almagro Crea, Investiga y Comparte), un nuevo y ambicioso proyecto de divulgación que nace con el objetivo de divulgar y dar visibilidad a los trabajos de investigación y creación desarrollados por mujeres y hombres vinculados por algún motivo a la ciudad de Almagro.
Y el primer invitado de esta iniciativa fue el joven almagreño Adrián Arroyo Ureña, doctor en Arqueología Prehistórica e investigador postdoctoral en el programa Juan de la Cierva del Institut Catalá de Paleoecología Humana i Evolució Social de Tarragona, encargado de estudiar las culturas más tempranas que aparecen en nuestra historia evolutiva.
El formato elegido para este primer capítulo de Almagro CIC fue el de videoconferencia, seguida por muchos socios y amigos del Ateneo que quisieron conocer las líneas fundamentales de la tesis doctoral de Adrián. Ese fue el objetivo del ponente con la conferencia titulada «Piedras, homininos y monos», con la que fue capaz de explicar, haciendo un fructífero esfuerzo de síntesis, cómo combinar estos tres elementos para modelar todas las actividades de nuestros antepasados, con cronologías que nos llevan hasta 3,3 millones de años atrás.
El arqueólogo Adrián Arroyo ha llevado a cabo investigaciones en diferentes localizaciones internacionales en países como Inglaterra, Francia, Brasil, Etiopía, Tanzania, o en nuestro país, como en el famoso yacimiento de Atapuerca, pero se centró en explicar algunos detalles de los yacimientos africanos que estudió para realizar su tesis doctoral. Estos se ubican en Turkana, donde se sitúa el descubrimiento del Homo Erectus, una zona con yacimientos desde 3,3 millones de años hasta hace 700.000 años; el Kokiselei 4, el yacimiento achelense más antiguo; y la Garganta de Olduvai en Tanzania, muy conocido por el desarrollo del programa de investigación sistemático de Mary Leakey.
Fundamentalmente habló de cómo se dibuja la evolución humana desde un punto de vista cultural a través de restos materiales como herramientas líticas, fauna, restos de homínidos, o incluso micro restos como pólenes, almidones o madera fosilizada, aunque quiso dejar claro que «las evidencias son muy limitadas».
Adrián introdujo cuáles son los principales restos de herramientas de piedra: núcleos y lascas, hablando de sus usos y modos primitivos de fabricación. Pero en su tesis se centró en otro tipo de herramientas que aparecen junto a las lascas y núcleos, como son los cantos percutores con marcas cuyo uso no estaba explicado más allá de la rotura de huesos para acceder al tuétano. Explicó que la pregunta a la que buscan respuesta es, ¿qué otras actividades podrían hacerse con esas piedras y qué alimentos podían consumir al margen de la carne?
En este punto presentó el nexo que une su investigación de restos de piedras con el comportamiento de los primates: «A medida que investigamos aparecen yacimientos más antiguos con herramientas, y la pregunta es quién las fabricaba, porque se pensaba que el fabricante podía ser el Homo Habilis, pero se descubre que había otras especies extintas, fundamentalmente de australopitecinos, que convivieron y cuyas manos, cuyos agarres, eran más parecidas en algunos casos a las nuestras que las del Homo Habilis», explicó Adrián.
Situó entre 4 y 6 millones de años la separación de nuestra línea evolutiva con la del chimpancé, por lo que estos hallazgos son los que hacen buscar en el mundo de los primates, ya que las actividades de machacado y percusión están plenamente integradas en las actividades de nuestra especie, y también en algunas especies de primates no humanos.
De esta forma, por medio de imágenes y vídeos, evidenció cómo son comparables las herramientas de los chimpancés y las que se encuentran en los yacimientos estudiados para su tesis. El ponente contó que fue pionero en la catalogación de dos grupos de objetos líticos de percusión chimpancés, dejando claro que aún hay un espacio en arqueología por evidenciar, que es la talla lítica intencional y no accidental, afirmación que generó preguntas interesantes con los seguidores de la conferencia en un bonito debate final.
José Antonio Prieto, presidente del Ateneo de Almagro, se mostró muy feliz con el inicio de este proyecto de la mano de Adrián Arroyo Ureña, «un invitado de lujo e inmejorable para dar el primer paso en este proyecto que queremos que tenga continuidad en el tiempo y que sea transversal a las diferentes secciones del Ateneo». Así pues anunció que el segundo ponente de esta iniciativa será, en el mes de febrero, José Miguel Calzado, más conocido como Marko Montana, director del Festival Internacional de Cine de Almagro, además de guionista, director, productor de cine y emprendedor, residente durante buena parte de su vida en Berlín y que en la actualidad se encuentra desarrollando diferentes proyectos en el Campo de Calatrava.