La doctora Ana Olivera Poll habló sobre nuevas tendencias turísticas basadas en un patrimonio intangible e inmaterial
La doctora Ana Olivera Poll, catedrática de Geografía Humana de la Universidad Autónoma de Madrid, ilustró este viernes a los socios y simpatizantes del Ateneo de Almagro sobre nuevas tendencias turísticas basadas en un patrimonio intangible e inmaterial, resultando éste un tema especialmente interesante en una ciudad con una actividad turística predominante, siendo uno de los motores económicos de la población.
La profesora explicó inicialmente las características de este tipo de turismo, desarrollado al aprovechar un patrimonio basado en comportamientos, saberes y valores del pueblo objeto, o en sus fiestas, creencias, ritos, mitos y leyendas, poniendo sobre la mesa el dato de bienes inmateriales reconocidos por la UNESCO, con un total de 508, quince de los cuales se dan en España.
Su exposición estuvo centrada en visibilizar un buen número de destinos turísticos que ya están aprovechando diferentes realidades no visibles con un gran significado simbólico e identitario, en las que lo esotérico, místico, bélico, vivencial, mágico o ufológico marcan la personalidad de la oferta turística. «En muchas ocasiones se trata de un turismo hacia lo invisible, pero lo importante es que alguien crea en ello o juegue a creerlo», aseguró la doctora Olivera Poll, antes de mostrar imágenes de «lugares de poder» y con una predominante energía telúrica como las Pirámides de Egipto, el Cañón del Río Lobos, el Tabernáculo de la Vera Cruz de Segovia, la Catedral de Chartres o las cazoletas del Monte Arabí, entre otros muchos.
De forma más estructurada, agrupó estas nuevas tendencias en media docena de bloques, comenzando por los viajes iniciáticos, de crecimiento personal, meditación y en búsca de vórtices energéticos, destacando el Monte Shasta en California, y Sedona en Arizona, recibiendo éste último tres millones y medio de turistas al año. El segundo bloque fue el de turismo chamánico, centrado en América del Sur y Centroamérica, marcado por el habitual consumo de sustancias alucinantes, y casi siempre peligrosas, de los turistas. La brujería y todas las leyendas que siempre han rodeado a la existencia de brujas formarían el tercer grupo, resaltando la población de Trasmoz, el único pueblo excomulgado de España, o el Monasterio de Monsalud en Córcoles, Guadalajara, donde incluso ofrecen la experiencia de un simulador de vuelo con escoba o de la quema en una hoguera.
Espacios encantados en busca de fantasmas y aparecidos, con hoteles encantados que incluyen este atractivo en su oferta, serían la cuarta clasificación dibujada por la conferenciante, siguiendo con un turismo basado en lo mistérico, focalizado en seres de dudosa existencia, fenómenos paranormales, espacios imaginados o perdidos, y psicofonías. Por último, cómo no, habló de turismo ufológico o extraterrestre, con recursos explotados en partes muy diferentes del mundo. A modo de cierre y tras señalar algunos de los lugares más cercanos que ya están buscando posicionarse en alguno de estos bloques, Ana Olivera afirmó que «el recurso mágico parece inagotable, sobre todo si se mezcla con patrimonio cultural y literario, porque la gente demanda ver lo diferente y emocionarse con experiencias ajenas».
El coordinador de la sección de Historia y Patrimonio, Francisco del Río, había recordado en el inicio de la velada algunos de los méritos académicos y profesionales de la invitada, si bien la presentación más personal corrió a cargo de Félix Llorente de Andrés, coordinador de la sección de Ciencia y Tecnología del Ateneo de Almagro y amigo personal de Ana Olivera, a quien agradeció su generosidad «para mostrarnos tu sensibilidad, porque para valorar lo intangible hay que tener mucha sensibilidad», aseguró. El presidente José Antonio Prieto se mostró igualmente agradecido y encantado de poder afrontar desde el Ateneo de Almagro «un tema tan sugerente y atractivo».