El pasado fin de semana la aclamada obra de Miguel de Cervantes, Don Quijote de La Mancha, fue el eje principal para el desarrollo de las dos actividades que tuvieron lugar en el Palacio de Los Medrano, sede del Ateneo de Almagro (www.ateneodealmagro.org), con un éxito de participación.
Conferencia “Don Quijote: La Mancha, los molinos y los fúcares”
A través de la Sección de Historia y Patrimonio, coordinada por Francisco del Río, el viernes 11 de noviembre visitó las instalaciones Emilio Menéndez Pérez para realizar una visión histórica y dar su opinión personal sobre la historia de Cervantes y la obra del Quijote. Emilio es Doctor Ingeniero de Minas, quien finalizó su vida profesional como subdirector de I+D en ENDESA, fue profesor honorario del Departamento de Ecología de la Universidad Autónoma de Madrid y colaborador de universidades españolas y de países latinoamericanos. Actualmente es profesor colaborador del Máster de Energías Renovables y Medio Ambiente (ERMA) de la Universidad Politécnica de Madrid.
Menéndez Pérez comenzó su conferencia reflexionando sobre cuál sería la razón para que Cervantes introdujera el capítulo de la lucha de los molinos de la primera parte. Según el doctor, los molinos de La Mancha, distintos a los del resto de la Península Ibérica, llegan con la presencia de los Fúcares en España, quienes prestan dinero a la Corona, se establecen en Almagro y son un poder económico unido a la explotación de las minas de Almadén. A raíz de esto se plantea la siguiente cuestión: ¿pudo Cervantes ser crítico con ese poder y con los molinos que llegaron a La Mancha con él? Concretamente en la segunda parte del Quijote hay una frase, del caballero: “Decid, amiga mía, a vuesa señora que a mí me pesa en el alma de sus trabajos, y que quisiera ser un Fúcar para remediarlos”.
El ponente dio a entender que en el Quijote hay lugares y temas ocultos que quizás no convenía citar de forma explícita, pero que los lectores de aquellos años pudieron ver con cercanía. Almagro es uno de esos lugares y el poder de los Fúcares un hecho.
Como reflexión final, Emilio destacó que Cervantes fue un resistente, que aguantó los duros avatares de su vida, que quizás mantuvo un respeto por la Corona, aunque la monarquía foránea no le complacía totalmente, y que en la actualidad vivimos con la necesidad de nuevos molinos, como es el caso de los molinos eólicos.
Concierto “Visiones del Quijote”
El sábado 12 de noviembre la Sección de Música, coordinada por Alfonso Candelas, y la Sección de Literatura, coordinada por Ángel Luis Moraga, presentaron el concierto “Visiones del Quijote”, a cargo de ISMOS Cámara. Por su parte, el presidente del Ateneo de Alcázar, Luis Ángel Asenjo, fue quien introdujo el acto y presentó a los intervinientes, tanto a los rapsodas como a los músicos.
ISMOS Cámara es una agrupación versátil creada hace más de quince años que, después de un tiempo de descanso, retoma su actividad concertística en 2014 de la mano del Ateneo de Alcázar de San Juan, con conciertos y giras realizadas en la región pero también en el resto del territorio nacional y el extranjero. Este grupo está formado por Eusebio Fernández Villacañas (piano), Agustín Pradillos (clarinete) y Luis Miguel Abengoza (flauta travesera).
La primera parte del programa la protagonizó la obra de Manuel de Falla: “El Retablo de Maese Pedro”, compuesto en 1918. Esta pequeña ópera de Falla sigue con fidelidad el pasaje propuesto por Cervantes en el capítulo 26 de la segunda parte del Quijote. En la segunda parte se pudo disfrutar de “Canciones y Danzas para Dulcinea”, obra de Antón García Abril, estrenada en 1993. Se trata de una obra delicada que muestra las distintas sensaciones amorosas y descripciones más poéticas y evocadoras que la imaginación de Don Alonso Quijano pudo crear para su amada.
El concierto fue introducido y guiado por la especial visión poética del autor alcazareño Mariano Lizcano, a través de los rapsodas del Ateneo de Alcázar de San Juan. Un evento con lleno absoluto que hizo de colofón al fin de semana cervantino en el Ateneo de Almagro.