El viernes se ofreció la tercera conferencia incluida en el ciclo de Ciencias de Salud organizado por el Dr. Juan Emilio Feliú en el Ateneo de Almagro
Los profesores de Psicología y Psicobiología de la UNED Mª Del Carmen Díaz Mardomingo y César Venero, y el profesor de Derecho Jesús Gómez Garzás, ofrecieron este viernes la tercera de las conferencias incluida en el ciclo de Ciencias de la Salud coordinado por el Dr. Juan Emilio Feliú, titulada «Psicología y derecho ante el deterioro cognitivo en el envejecimiento: detección precoz y protección». El Ateneo de Almagro volvió a apostar por la modalidad telemática, con más razón si cabe en esta ocasión al ser una ponencia ofrecida a triple voz, contando con un buen número de conexiones de ateneístas y simpatizantes para seguir las explicaciones de los conferenciantes, presentados por la directiva del Ateneo Maru Ginés.
César Venero
César Venero comenzó la conferencia planteando la pregunta de cómo envejeceremos cada uno de nosotros, poniendo sobre la mesa diferentes opciones en relación con la función cognitiva durante el proceso. Mostró imágenes de resonancias y neuroimágnes PET en cerebros de ancianos con diferentes afectaciones cognitivas, que pudieron ser comparadas con cerebros sanos, incidiendo en la importancia de un diagnóstico precoz.
Insistió en la predisposición de la carga genética hacia un envejecimiento positivo, pero también puso de manifiesto el importante porcentaje de influencia que tienen otros factores de riesgo que pueden favorecer la aparición de deterioros cognitivos, y que son modificables en nuestro estilo de vida. Entre las causas negativas dio especial importancia al estrés como factor de envejecimiento, demostrando en su intervención de qué manera la aparición de sucesos vitales estresantes influyen en la salud de las personas y provocan alteraciones en el sistema nervioso. El profesor Venero habló de la fisiología del estrés en relación con la liberación de cortisol como desencadenante de la afectación neuronal. Y a modo de conclusión final quiso recordar que hay factores que ayudan a prevenir el Alzheimer, y que son los mismos que pueden ayudar a prevenir el deterioro cognitivo: el ejercicio físico y cognitivo, mantener unas horas de sueño, controlar el estrés, y dar importancia a las relaciones sociales.
Mª del Carmen Díaz Mardomingo
La proferosa Díaz Mardomingo, quien comparte grupo de investigación en la UNED con sus compañeros de ponencia en la búsqueda y detección precoz de situaciones de riesgo en el envejecimiento, comenzó afirmando que «hay un aumento de la esperanza de vida, pero paradójicamente hay más gente que vive en soledad, o que tiene esa percepción de soledad e insatisfacción».
Mª del Carmen reflexionó sobre las conductas diarias como factores protectores o factores de riesgo, incidiendo en las relaciones sociales positivas como fuente de bienestar muy importante, y que surgen cuando hay «vínculos satisfactorios», término al que la ponente dio especial importancia. «Todos buscamos desarrollar un sentimiento de pertenencia al grupo con el que convivimos», explicaba la conferenciante, diferenciando conceptos como red social (número de contactos que tenemos con amigos o familiares en relación con la calidad emocional y la confianza), y apoyo social (relaciones que nos proveen de afecto y ayuda, y que permiten al individuo afrontar situaciones complicadas que surgen a lo largo de la vida).
Desgranó algunas características sociales que se dan en el envejecimiento y que pueden pasar inadvertidas, recordando que no es lo mismo vivir solo, que la percepción de la soledad no deseada o incluso el aislamiento. Desveló algunos datos estadísticos sobre la percepción de la soledad en nuestro país, destacando que el 66 % dice que nunca o casi nunca se ha sentido solo, en contraste con el 2 % que dicen sentir soledad siempre, y el 4,7 % que responden en bastantes ocasiones. Mardomingo dibujó algunos perfiles de la soledad, y también habló de los diferentes tipos de soledad, como la social, emocional, romántica y familiar. Concluyendo su intervención, advirtió que «la soledad es un problema emergente que aumentará, y la sociedad debe contribuir a que la persona tenga un proyecto o propósito de vida».
Jesús Gómez Garzás
El profesor Jesús Gómez centró su intervención en el ámbito del derecho en íntima relación con lo expuesto por sus compañeros previamente, marcando como primera premisa una clara diferenciación entre envejecimiento sano y patológico, basando toda su intervención en una manifiesta realidad: «Una persona que no esté incapacitada puede tener una capacidad jurídica de obrar plena», aseguró Jesús.
Ofreció una serie de nociones y paradigmas jurídicos en esta materia, presentando por ejemplo situaciones complicadas provocadas por la pandemia actual, e hizo evidente a lo largo de toda su exposición que es necesario preservar la autonomía en la toma de decisiones del paciente, resultando esencial tener en cuenta los síntomas cognitivos y conductuales para establecer los grados y limitaciones de competencias.
Habló de cómo es y debería ser el proceso del autogobierno a la declaración de incapacidad, recordando que cada día son más las sentencias relativas a este tipo de procesos, asegurando que «no se está haciendo nada por proteger a los mayores desde las administraciones, y si las togas y las batas no van todas juntas a la hora de defender a la persona mayor, lo vamos a tener muy complicado».
Las premisas previas planteadas por Gómez Garzás sirvieron para entender y empatizar con una sentencia del año 2013 en la que dos hermanos pleitearon contra un tercero a causa del testamento realizado por su madre ante notario a la edad de 89 años, pocos días antes de morir, a favor del tercer hijo. Explicó el proceso y las pruebas presentadas por ambas partes, teniendo como objetivo primordial el hecho de demostrar o no la incapacitación de la fallecida en el momento de la firma testamentaria, en lo que el profesor vino a acuñar como «incapacitación post mortem». Por último recordó que en caso de cualquier duda se presume la sanidad de juicio en toda persona que no haya sido previamente incapacitada, aludiendo a las administraciones y agentes sociales para buscar soluciones que ayuden a solventar los problemas de incapacitación cada vez más frecuentes en nuestra sociedad.
José Antonio Prieto, presidente del Ateneo, se alegró de poder ofrecer esta «triple intervención coral y multidisciplinar, con la que vamos avanzando en el ciclo de manera magistral», y tanto Prieto como Feliú insistieron en el agradecimiento por el esfuerzo, la disponibilidad y la generosidad de los conferenciantes, ofreciéndoles «la casa ateneísta para futuras colaboraciones».