CONTENIDO Y RASGOS DE LA BIBLIOTECA

BibliotecaLa biblioteca se encuentra en la sede del Ateneo -Calle Franciscas, 4 bajo, 13270 Almagro (Ciudad Real)- y comprende aproximadamente tres mil ítems. La gran mayoría son libros pero hay también revistas, boletines, y medios audio-visuales. Salvo escasas excepciones todos los ejemplares pertenecieron a la biblioteca personal de la Profesora de Investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Da. Concepción Llaguno Marchena (C.LL) (1925-2010) y fueron donados al Ateneo por la interesada. Puede consultarse su biografía profesional aquí.

Los principales epígrafes en los que se han clasificado los distintos ejemplares son 28 y se pueden consultar aquí. No se trata de una biblioteca gestionada con criterios absolutamente profesionales, pero dado su moderado tamaño y el programa empleado para confeccionar el catálogo (“Abies”), permite varios procedimientos de búsqueda lógicos y sencillos.

Quizá el apartado que hace algo distinta esta biblioteca a otras de sus dimensiones sea el que se refiere a la Historia Contemporánea de España” que abarca los sub-apartados:

(1) República Española

(2) Guerra Civil Española

(3) Postguerra

(4) Segunda Guerra Mundial.

(5) Transición Española

Se trata de textos de política: biografías, disposiciones, acontecimientos, tanto del interior como del exterior, etc… interesantes para los estudiosos de este periodo; muchos libros fueron traídos del extranjero y se conservaron con la prudencia a que obligaba la situación. La razón por la que aparece aquí la Segunda Guerra Mundial se debe a dos motivos: a) a que hubo muchos españoles, perdedores de nuestra propia guerra civil y víctimas también de tan atroz hecho histórico, y b) a que terminada la guerra y durante los primeros años del franquismo, se confiaba en que la repulsa general del nazismo y el nuevo mapa internacional presionarían a Franco lo suficiente como para confiar en un cambio político que permitiera hacer justicia a los perdedores: la vuelta de los exiliados y la instauración de la democracia. Cosa que no ocurrió. Formando parte también de este gran apartado de la historia contemporánea, contamos con otro que se ha denominado “Transición Española” que agrupa aquellos textos publicados en los últimos años de Franco y tras su muerte, que reflejan todo el espectro político y las indudables ansias de democracia del pueblo español.

La Dra. Concepción Llaguno tuvo un carácter independiente y decidido lo que probablemente le hizo especialmente sensible a las limitaciones familiares, intelectuales y sociales a que estaban sometidas muchas mujeres de su época. Por este motivo, le interesaron muy especialmente los motivos por los que la vida de las mujeres era la que era y cómo algunas mujeres (españolas y extranjeras) habían destacado en la ciencia y en la política. Ella misma desempeñó un gran papel en la investigación científica, facilitó el camino a muchas otras mujeres, y colaboró intensamente en organizaciones dedicadas a la promoción de la mujer. Fue la primera en poner de relieve las estadísticas sobre la proporción de mujeres y varones en los ámbitos profesionales de la química y de la ciencia en España. Todas estas circunstancias están reflejadas en la Biblioteca, en los siguientes epígrafes:

(6) Condición Femenina

(7) Mujeres en la Política

(8) Científicas (y Tecnólogas)

(9) Científicos (y Tecnólogos).

Hasta aquí, se han incluido dos grandes motivos de atención de la biblioteca: la política contemporánea y los científicos experimentales –mujeres y hombres- pero como es natural una persona culta no puede desinteresarse de los representantes, ellas y ellos, de otros ámbitos del saber y por ello existe el apartado

(10) “Biografías (y Memorias)”

donde se han agrupado nombres destacados (de ambos sexos) del mundo intelectual (pensadores, historiadores,…)

La década de los 80 y los comienzos de los 90 fueron especialmente interesantes para la ciencia española porque el gobierno dedicó una atención especial al desarrollo de la ciencia, al funcionamiento de las instituciones científicas y a las fructíferas relaciones de los Organismos Públicos de Investigación (OPIs) entre sí. Por ello, los ejemplares aquí agrupados tienen interés para los estudiosos de este periodo que queda reflejado en los epígrafes:

(11) Instituciones Científicas (y algunas otras)

(12) Política Científica

y también para los estudiosos que quieran remontarse a los antecedentes del tema que están anclados en la República, la Junta de Ampliación de Estudios, y los intelectuales españoles del exilio.

En los primeros noventa se diseñó la carrera de Ciencia y Tecnología de Alimentos que no existía en España pero sí en casi todos los países de nuestro entorno cultural. La Dra. Llaguno fue gestora del Plan Nacional de Investigación en Alimentos y nuestra Universidad la invitó –como experta de primera mano- a impartir la asignatura de “Alimentación y Cultura”, lo que vino haciendo durante casi diez años. Sus libros, aquellos que le permitieron diseñar el mejor programa de la asignatura de toda la universidad española, pueden consultarse en la biblioteca.

(13) Alimentación y Cultura

(14) “Vid, vino y otros derivados de la uva”

En 1953, cuando C. Ll. comenzó su carrera investigadora, el único proceso industrial del que se tenían noticias de microbiología y de la incipiente bioquímica era la elaboración del vino lo que le comunicaba un relieve especial para los científicos, y porque los vinos de Jerez eran nuestro producto estrella en el mercado internacional. Fue el Ministro Lora Tamayo, oriundo de Jerez de la Frontera, quien impulsó el Instituto de Fermentaciones Industriales (CSIC) el cual adquirió un nivel científico muy destacado en toda su vida posterior. Años más tarde se produjeron los grandes avances de la bioquímica, de la tecnología de los antibióticos, de la genética y de las ramas afines a la medicina, tal y como sabemos ahora. Pero, el hecho de que ahora se conozca el vino con más rigor, no invalida que se siga estudiando la forma de conseguir mejores vinos, o de más éxito en el mercado internacional, por lo que los interesados en el tema disponen en la biblioteca de varios libros de interés y entre ellos varios recientemente publicados. Los libros de este apartado son libros técnicos o de divulgación que abarcan hasta fechas recientes; algunos en edición original (inglés) y en su traducción al castellano, por la misma C.LL.

Una persona culta, aunque no sea especialista, experimenta la curiosidad de conocer el fundamento y los aspectos básicos de los hallazgos de la ciencia y de la tecnología en distintos campos y en cada momento. Este papel lo desempeñan los libros de alta divulgación, y la biblioteca también cuenta con interesantes ejemplares. Otras veces, lo que interesa no es la base de los descubrimientos, sino aspectos sociales o de cualquier índole de los mísmos, etc… Ambas consideraciones son las que han aconsejado la creación de los siguientes dos epígrafes:

(15) ¿Qué se yo de? (los descubrimientos y avances de la técnica modernos)

(16) Ciencia y Sociedad

No obstante, reconocemos que la frontera que separa los libros de uno y otro apartado no es nítida.

Era muy frecuente y sigue siéndolo que a los profesores universitarios y a los investigadores científicos se les invite a dar conferencias y charlas o a participar en mesas redondas sobre temas de su especialidad y con este motivo se les obsequiaba con libros de valor. Dado que la Dra. Llaguno tuvo muchas oportunidades de disertar en ocasiones de todo tipo, la biblioteca cuenta con ejemplares de valor de

(17) Pintura y Arte

C. Llaguno fue cristiana, creyente y practicante, perteneció a la Acción Católica desde joven y fue presidenta de la Juventud Universitaria Femenina de Acción Católica hasta que en 1961 aproximadamente ambos movimientos universitarios (femenino y masculino) se fundieron en la JEC (Juventud Estudiante Católica). Tenía la convicción de que ni la “fe del carbonero” ni la religión infantil eran elementos suficientes para una vida cristiana adulta y que para sustentar la fe eran necesarios conocimientos de nivel superior. Por esta razón, están en la biblioteca las obras de los pensadores más destacados, especialmente de aquellos teólogos o especialistas que más se significaron en el Concilio Vaticano II por sus posiciones avanzadas. A este grupo de libros y folletos lo hemos denominado con carácter general

(18) Cristianismo y sociedad

y engloba las aportaciones de teólogos, pastoralistas, pensadores, movimientos cristianos, etc… incluso textos sobre otras religiones.

La biblioteca no perteneció a una persona de letras, sino de ciencias, pero aunque haya sido así, ningún intelectual puede ignorar la Ilíada o la Odisea ni tantos y tantos ejemplos de humanidades como existen. Ejemplos que permiten contar con una formación acorde con las situaciones y decisiones que hay que vivir en la vida civilizada. Es decir, que aunque no sean muy numerosos, hay también libros y folletos de los siguientes ítems:

(19) Literatura, historia, teatro, ensayo, psicología, poesía, filosofía, política, etc…

Los grandes lectores, cuidan mucho los libros de ocio y entre éstos las novelas. En la biblioteca existen novelas de todas las épocas, latitudes y costumbres. En conjunto superan las 400 y aunque no están sub-clasificadas, abundan las novelas policiacas desde las de Maigret, hasta las de Henning Mankell o Vázquez Montalván y otros, con un trato ligeramente preferente a las novelas escritas por mujeres. He aquí, pues el apartado denominado:

(20) Novelas (Cuentos, Relatos)

En los años 70, el gobierno franquista facilitó, aunque con pudor, las relaciones con Cuba, y además de comprar España el azúcar de la isla, se establecieron contactos entre la Universidad de la Habana y los centros de investigación cubanos y españoles. Fue por este motivo por el que C.LL. hizo varios viajes con colegas transportando ayudas para proyectos de investigación de interés mutuo. La situación económica cubana era razonable y perduraban familias que aceptaban el cambio social experimentado en los primeros tiempos de la victoria de Castro. Entre ellas, familias de clase alta que por ejemplo, después de haber sido propietarias de una farmacia pasaron a gestionarla con un sueldo, algún notario que al haberse anulado la propiedad privada se ganaba la vida de director de la Biblioteca Nacional, etc… destacando el avance cultural y la indiscutible igualdad de oportunidades, en aquellos años. En sus viajes frecuentes mantuvo contacto con intelectuales como Octavio Smith, Cintio Vitier, Lezama Lima, Fina García Marruz, etc…Estos intercambios justifican los libros existentes que hablan de

(21) Cuba,

a veces, con carácter propagandístico y otras mostrando un país mucho mejor que el que había desencadenado la revolución, aunque a duras penas podía hacer frente a sus responsabilidades económicas. La España de la transición modificó las relaciones con la isla.

Madrid cuenta en la biblioteca con un nutrido grupo de ejemplares sobre: sus museos, sus monumentos, y exposiciones,

sus calles y parques, y los escritores, compositores, y artistas que la han engrandecido, así como los antecedentes históricos. C Ll fue una apasionada madrileña ilustrada y por esta razón existe este epígrafe:

(22) Madrid

En la época en que C.LL. ejerció la investigación no existía internet, el elemento de comunicación rápida más práctico era el fax, que se fue instalando poco a poco en los centros pasado 1980, por ello es fácil comprender que la comunicación entre los científicos y el anuncio de sus resultados entre centros y entre países se hacía viajando. Los congresos, reuniones de trabajo, y discusiones de expertos se celebraban con carácter anual u otra periodicidad, pero eran el único medio de contrastar ideas entre especialistas. C.LL. dio la vuelta al mundo por dos veces con este motivo, y aprovechó muchas oportunidades, puesto que los países anfitriones preparaban actividades más interesantes que las meramente turísticas en honor de los científicos. Siempre se trajo de estas reuniones una buena idea o vislumbró nuevos puntos de vista a lo que estaba tratando de enfocar. Los libros y folletos que tratan de las ciudades visitadas se encuentran bajo los epígrafes:

(23) Ciudades Españolas

(24) Ciudades (de) otros países

Al pasar grandes temporadas en Almagro después de su jubilación, se interesó por los libros que figuran en los apartados:

(25) Castilla La Mancha

(26) Almagro

Los viajes y la necesidad de compartir ideas y proyectos con investigadores de otros países le obligaron a defenderse en varios idiomas, fundamentalmente en francés e inglés, por eso contamos con un epígrafe de

(27) Idiomas

Y su afán por servirse a sí misma con autonomía le llevaron a hacer varios cursos en el Instituto Alemán. Pero el mejor ejemplo de esta disposición suya es el hecho de que aprendió rudimentos de ruso para poder coger el metro en Moscú y ser capaz de leer el nombre de las estaciones, con motivo de un Congreso que se celebró en 1971. Existen algunos de sus libros, más como curiosidad que como elementos de trabajo, pues la pedagogía de los idiomas ha cambiado absolutamente y no resultan prácticos.

Hay un último epígrafe que se ha denominado

(28) “Varios”

Donde hay obras de difícil encaje en los apartados anteriores y algunos que no están en “política”, de pensadores políticos, sociólogos, etc… comunistas, anarquistas, revolucionarios de los siglos XIX y XX. No se trata de que C.LL. estuviera especialmente interesada por estos autores, pero no hay duda de que son muchos los lectores que en algún momento se han planteado saber de primera mano las líneas maestras de “El Capital”, la opinión de Gramsci, los recovecos de la revolución rusa, etc… El hecho de que uno de los periódicos mejor informados “El Público” ofreciera a los lectores estos libros a un precio módico, es la razón de que haya una colección importante de estos autores que tanto tuvieron que ver en el la Historia Contemporánea universal.


La información precedente debe completarse con lo que no hay en esta biblioteca. En primer lugar, no hay libros o folletos de temas que no se hayan citado, pero tampoco hay música, excepto escasas excepciones puesto que en este momento la música es muy asequible a través de internet y el Ateneo no tiene medios para reproducir sus discos de vinilo. Y son escasos los libros técnicos o científicos propios de profesionales, puesto que han pasado a manos de alguna universidad.