La Sección de Ciencia y Tecnología del Ateneo de Almagro ha organizado en el Palacio de Valdeparaiso una magnífica conferencia contando para la ocasión con el profesor Pablo Higueras Higueras (Catedrático de la Geología y Director del Instituto de Geología Aplicada de la Universidad de Castilla la Mancha).
Ante una concurrida sala y con el título “El mercurio: de su contribución a la innovación a la denostación” el profesor Higueras abordó en su intervención todos y cada uno de los aspectos que merecen especial atención y conocimiento en relación con este elemento singular.
Destacando, en primer lugar, el hecho de ser el único elemento metálico que se encuentra en estado líquido a temperatura ambiente. Pero este líquido tiene, además, características que, sin ser singulares, al aplicarse a un elemento líquido, hacen que su uso industrial haya sido muy importante: por ejemplo, su coeficiente de dilatación térmica es casi constante, lo que hace que se haya empleado en termómetros. Otra aplicación importante en la historia ha sido la de su mineral y principal mena, el cinabrio, cuyo vistoso color rojo le han hecho ser un tinte muy apreciado. Por otra parte, muchos de sus compuestos y formas químicas y físico-químicas producen toxicidad al hombre: por ejemplo, el mercurio líquido tiene una elevada tensión de vapor, que implica que allí donde haya mercurio líquido, la atmósfera tendrá una alta concentración de vapor de mercurio, cuya inhalación prolongada produce efectos negativos sobre nuestra salud. Estos y otros efectos han hecho que la humanidad haya decidido que no es conveniente que el mercurio se siga usando en la industria; varios mecanismos internacionales se han activado en este sentido, y en la actualidad el Convenio de Mimamata está en proceso de firma para conseguir erradicar los usos de este elemento en todo el mundo. A pesar de ello, se trata de un elemento único, lo que hace que, a pesar de esta prohibición internacional, sigan existiendo aplicaciones novedosas para el metal, como la estabilización de aeronaves, o la “fuente de espalación nuclear”, un sistema para producir rayos de neutrones en física atómica.