El director de la OFMAN ofreció una magistral conferencia dentro del ciclo preparado por Alfonso Candelas para celebrar el 250 aniversario del nacimiento de Beethoven
Francisco Antonio Moya Rubio, profesor de Fundamentos de Composición del Conservatorio Profesional de Música «Marcos Redondo» de Ciudad Real y director de la Orquesta Filarmónica de La Mancha (OFMAN), participó este sábado en el ciclo preparado por Alfonso Candelas, coordinador de la sección de Música del Ateneo de Almagro, para celebrar el 250 aniversario del nacimiento de Beethoven. Y para la ocasión ofreció una clase magistral sobre la Novena Sinfonía divida en dos partes diferenciadas. Una primera para hablar de la vida y obra del compositor, y contextualizar la partitura de la sinfonía; y una segunda más técnica en la que analizó la partitura con audios de ejemplo para entender las explicaciones.
Tras agradecer a su amigo Alfonso Candelas la laudatio inicial, comenzó recordando que el próximo miércoles se cumplirán 250 años del nacimiento de Beethoven. Habló de su infancia y de cómo su padre insistió en la formación musical de su hijo, teniendo que dejar de lado a su pesar los instrumentos que tocaba. Desde 1796 comienzaría a tener síntomas de sordera centrándose en la composición al agudizarse la enfermedad, recordando que terminó muriendo con tan solo 56 años de edad.
Ofreció una visión general del catálogo del compositor, diviendo sus creaciones en música de cámara, concertante, sinfónico-coral, sinfónica y operística, aunque realmente únicamente compuso una ópera, dejando claro que «su fuerte era el sinfónico». Aún así advirtió que cuando Beethoven muere tenía muchas creaciones aún en su cabeza que lamentablemente no llegó a plasmar.
Moya Rubio hizo un breve repaso de sus etapas estilísticas, marcando la división en tres periodos nombrados de diferente manera por varios autores. Comenzaría con el de formación (imitación) o de Bonn; le seguiría el periodo de madurez o de Viena (transición), en el que se agudiza su sordera; y se cerraría con la etapa final (reflexión), en la que utiliza muchísimo el contrapunto. De igual manera ofreció una clasificación de sus sinfonías según su estilo, dimensiones, el carácter o el programa, señalando el curioso detalle conceptual de que «a las impares las apacigua la par siguiente, son el contrapunto», aseguró el ponente.
En otro apartado quiso analizar cómo era la orquesta de Beethoven y de qué manera los compositores posteriores se han ido adentrando en su pensamiento. Puso en contexto la gestación de la obra, mostrando incluso la imagen en pantalla de un manuscrito del IV Movimiento. Explicó que esta Novena Sinfonía nació gracias al encargo de la Sociedad Filarmónica de Londres en 1817 para celebrar la victoria de Wellington, y que el precio del encargo fueron 50 libras, cantidad que hoy rondaría los 7.000 €. Sin embargo el trabajo de composición más intenso lo haría entre 1822 y 1824, llegando al estreno el 7 de mayo de 1824 en Viena, si bien la intención de Beethoven era estrenarla en Berlín.
En la segunda parte de la conferencia, muy didáctica y mucho más sensorial, ofreció un personal e interesantísimo análisis de los diferentes movimientos asequible incluso para profanos en la materia, proyectando las partituras de la composición y reproduciendo diferentes fragmentos no solo de la Novena Sinfonía, sino también de otras composiciones influenciadas de alguna manera por esta obra de carácter universal y Patrimonio de la Humanidad.
La magnífica velada, ofrecida de manera telemática y seguida por muchos socios y amigos del Ateneo de Almagro, se cerró con un interesante turno de preguntas e intervenciones moderado por Alfonso Candelas, quien agradeció enormemente la generosidad a su amigo Paco. José Antonio Prieto, el presidente del Ateneo, insistió en el agradecimiento a Francisco Antonio Moya y aprovechó para recordar que el Ciclo 250 Aniversario de Beethoven se cerrará el próximo miércoles 16 con la emisión en streaming desde Youtube de un concierto de celebración del nacimiento de Beethoven a cargo del Trío Ateneo, formado por Roberto Villadangos (violín), Nazaret Navea (violoncello) y el propio Alfonso Candelas (piano). Dará comienzo a las 20 horas.