Francisco del Río, Enrique Herrera y José Rivero protagonizaron un brillante ciclo organizado desde la sección de Historia y Patrimonio del Ateneo de Almagro
El Ateneo de Almagro ha cerrado con éxito las tres jornadas de recuperación del patrimonio almagreño celebradas los días 28, 29 y 30 de marzo, centradas en el palacio que desde hace pocos días se ha convertido en la nueva casa del Ateneo, el palacio de D. Jerónimo de Ávila, más conocido en la actualidad como el palacio de los Medrano. José Antonio Prieto, presidente del Ateneo de Almagro, agradeció antes de la última conferencia la disposición de los tres ponentes y la fenomenal asistencia que propició tres llenos en la nueva sede, apostando por «dar continuidad en el futuro a estas jornadas desde diferentes ópticas y perspectivas».
El encargado de abrir el ciclo fue Francisco del Río, profesor de Historia y coordinador de la sección de Historia y Patrimonio del Ateneo de Almagro. En esta primera conferencia habló del Almagro en que vivió Don Jerónimo de Ávila, haciendo un repaso a cómo estaban constituidas la monarquía de Felipe II y los órganos administrativos que regían la villa de Almagro durante el siglo XVI. Puso aquella vida en contexto explicando cómo eran la economía y la cesta de la compra durante el XVI, centrándose en la actividad mercantil y las ferias. Reflexionó sobre la sociedad almagreña en el XVI, centrándose en el grupo de los conversos que formaron una oligarquía urbana que contribuyó a dinamizar la vida económica y social de Almagro, y a la que pertenecía D. Jerónimo de Ávila.
En la tarde noche del viernes, el profesor de Historia del Arte en la UCLM, el doctor Enrique Herrera Maldonado, centró su intervención en la visión del palacio objeto de las conferencias como imagen y símbolo de la ciudad. Tras hablar de la importancia del grupo de conversos en Almagro, de los orígenes familiares de Jerónimo de Ávila y su matrimonio con Catalina Sanabria, hizo un repaso a la historia del edificio y sus diferentes propietarios y usos. Finalizó su ponencia ofreciendo un análisis del edificio y su planimetría, así como su organización, funciones y la decoración de las magníficas armaduras que se conservan, tanto en la planta baja, en el local que hoy ocupa el Ateneo de Almagro, como en la planta principal, que sería la planta noble en el momento de su construcción.
El cierre del ciclo corrió a cargo del reconocido arquitecto de la Diputación Provincial de Ciudad Real entre los años 1983 y 2016, y responsable del último proyecto de rehabilitación del palacio, José Rivero Serrano. Después de hacer un repaso sobre algunos de los textos de refencia en la teoría de la restauración patrimonial, ofreció su visión personal sobre cómo afrontó la rehabilitación de un edificio que presentaba un estado ruinoso en el año 1993, antes de dar forma a su proyecto. Reflexionó sobre la importancia del patio como elemento vertebrador en la arquitectura, y explicó las razones que marcaron la forma en la que concibió un elemento tan importante como la escalera del edificio, o cómo pudo desarrollar su visión creativa añadiendo la crujía de cierre, espacio inexistente cuando el edificio queda en sus manos. Mostró imágenes muy elocuentes sobre el estado previo y posterior del palacio, y aprovechó para repasar sus intervenciones en otros edificios de Almagro como el Hospital de San Juan, la torre de la Antigua Universidad o la cubierta de la iglesia de Madre de Dios, dando pie a un interesante debate con los asistentes sobre la necesidad de que Almagro cuente con un plan especial urbanístico y patrimonial.