El conferenciante habló de la evolución de la ópera en España desde la segunda mitad del siglo XIX hasta los comienzos del XX y de su competencia con la zarzuela
Un numeroso grupo de melómanos amantes de la ópera se dieron cita en la noche del lunes en la sede del Ateneo de Almagro para escuchar la conferencia Entre pintoresquismo y tradición: modelos para la ópera en España (1868-1915), ofrecida por el doctor en Humanidades, Artes y Educación por la Universidad de Castilla-La Mancha, Francisco Manuel López Gómez. Tras la bienvenida de José Antonio Prieto, presidente del Ateneo, y la presentación de Alfonso Candelas, coordinador de la sección de Música del mismo, tomó la palabra este joven almagreño dedicado a la investigación en este campo durante los últimos años.
El conferenciante quiso comenzar estableciendo diferencias claras y evidentes entre zarzuela y ópera, como las partes declamadas por los personajes en la zarzuela, siendo todo cantado en la ópera, o la temática utilizada, en una cotidiana y culta en la otra. Continuó hablando de la evolución de la ópera desde 1868 hasta 1915 dividiendo este periodo en tres etapas. La primera fue la conocida como década de los 70 donde la corriente imperante era la llamada ‘universalista’, dándose una mixtura de las corrientes italianas como el lirismo, la francesa con su linealidad vocal, y la alemana con su gran densidad orquestal y el uso del leitmotiv, una pequeña célula motívica generadora de toda la trama musical. Para ayudar a la comprensión, López Gómez acompañó la explicación con ejemplos musicales de la ópera Roger de Flor de Ruperto Chapí, ópera conocida únicamente entre los especialistas y amantes del género.
Más tarde se sumergió en el periodo comprendido entre 1880 y 1895, conocido como etapa ‘ecléctica’, donde se mezclan las características de la corriente universalista con un gusto por lo nacional. En esta etapa los compositores se mostraron más seguros de sí mismos y fueron capaces de mostrar todo aquello que sentían, siempre a pesar de la crítica y el público que nunca dieron por válidos todos los intentos por crear una ópera nacional española frente a la italiana, francesa o alemana, y que más bien al contrario siempre valoraron en mayor grado todo aquello que llegaba de fuera de nuestras fronteras. Esta etapa fue ilustrada por Francisco por la que probablemente sea la más conocida de las óperas de finales del XIX, La Dolores de Tomás Bretón.
Finalmente el conferenciante habló del periodo comprendido entre 1895-1915, etapa conocida como ‘transición de las esencias’ en la que se mezclaba el gusto por lo español con el Impresionismo francés y todo su lenguaje preciosista. En este caso, Manuel de Falla y su ópera La Vida Breve fueron el ejemplo perfecto para entender cómo se impregnó Falla de las corrientes francesas dada su estancia en París y las experiencias vividas con Claude Debussy, Paul Dukas o Maurice Ravel.
Ciencia el viernes
El próximo viernes 25 será el turno de la conferencia programada por la sección de Ciencia y Tecnología, contando como invitado con el prestigioso catedrático de Edafología y Química Agrícola de la Universidad Autónoma de Madrid, el doctor Raimundo Jiménez Ballesta, quien ha titulado su ponencia como El suelo que pisamos. Con el ánimo de crear conciencia sobre la importancia de los suelos para nuestra vida y existencia, el conferenciante prestará especial atención al papel del suelo como productor de alimentos, pero también como filtro ambiental, incidiendo en la necesidad de disponer de suelos saludables y la importancia de la adopción de prácticas de manejo sostenibles. En este caso la conferencia se ofrecerá en el Palacio de los Condes de Valdeparaíso a las 20 horas, y contará además con la laudatio de Francisco Jesús García Navarro, catedrático de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos de la UCLM. Por su parte Félix Llorente, coordinador de la sección de Ciencia y Tecnología, se hará cargo de la presentación.