La conferencia titulada “La glándula pineal. Mito o realidad” estaba enmarcada en la celebración de la Semana de la Ciencia
El profesor José Luis Bardasano protagonizó este viernes la conferencia programada por la sección de Ciencia y Tecnología del Ateneo de Almagro, llenando el aforo previsto en el Palacio de los Condes de Valdeparaíso para disertar sobre la glándula pineal, su importancia en los ritmos biológicos y los efectos que sobre su funcionamiento tienen los campos electromagnéticos que nos rodean. Esta conferencia estaba enmarcada en el contexto de actos que en diferentes ciudades e instituciones se programan para celebrar la Semana la Ciencia, “a la que un año más se ha sumado el Ateneo de Almagro” como recordó su presidente, José Antonio Prieto, en la presentación del acto.
Tras la personal y cercana laudatio a cargo de Félix Llorente, coordinador de la sección de Ciencia y Tecnología del Ateneo y amigo personal del invitado, Bardasano comenzó haciendo un repaso histórico sobre cómo en el arte de diferentes culturas y civilizaciones se representaban individuos con un tercer ojo, y algunos detalles mitológicos entorno a esos hombres, buscando una posible relación con la glándula pineal y la existencia de células fotorreceptoras en la misma. Habló sobre una de las características fundamentales de la vida, la generación y sincronización de ritmos, adentrándose en el campo de la Cronobiología recordando que “nada hay en la naturaleza que no tenga ritmo”, aseguró Bardasano, explicando que “la glándula pineal es el centro de un reloj biológico que pone a punto o en hora los ritmos endógenos de origen genético con los inexorables ciclos de la naturaleza”. Haciendo un símil musical, tradujo su explicación diciendo que esta glándula “es el director de orquesta en el gran concierto endocrino”.
Una vez situados en sus funciones, el ponente condujo su charla hacia la influencia de los campos electromagnéticos en esta glándula, recordando que “somos seres electromagnéticos” y explicando algunos experimentos llevados a cabo bajo la influencia de determinadas frecuencias para dar explicación a algunos daños celulares. Contó que la pineal tiene dos fases, ya que tiene fisiología nocturna y fisiología diurna diferentes, y que por la noche genera melatonina, una hormona fundamental en el correcto funcionamiento de nuestro reloj biológico. Así pues, y dado que la melatonina se genera en oscuridad absoluta, la existencia de luz visible o invisible (ondas electromagnéticas), afectan a la síntesis y generación de la melatonina, concluyendo que la influencia de estos campos tiene consecuencias en el funcionamiento de la glándula pineal, dado además que en los fotorreceptores existen moléculas magnetosensibles.
Después de enseñar imágenes de diferentes especies animales y las pistas que en su morfología pueden llevarnos a pensar que pudieron tener un tercer ojo, Bardasano dejó sobre la mesa una pregunta: “¿Era la glándula pineal un ojo?”. A continuación respondió algunas preguntas de los presentes que premiaron al conferenciante con un sincero aplauso.