El doctor y profesor justificó la necesidad de la cirugía bariátrica en los enfermos de obesidad mórbida, y explicó cómo se llevan a cabo esas intervenciones
El pasado jueves tuvo lugar una nueva entrega del Ciclo de Conferencias de Ciencias de la Salud del Ateneo de Almagro con la intervención del doctor y profesor Jesús Martín Fernández para hablar de «otra pandemia» en la que es un auténtico experto, ya que su equipo ha realizado más de 900 intervenciones quirúrgicas de este tipo: «La cirugía bariátrica en el tratamiento de la obesidad», título éste de la conferencia.
El ponente explicó para comenzar que la grasa de nuestro cuerpo es una reserva de energía para la que fuimos diseñados, especialmente en la época de las glaciaciones, por lo que desarrollamos mecanismos para conservar energía. Pero este mecanismo de defensa hoy degenera en una enfermedad «grave, crónica, incapacitante, multifactorial y compleja que no es ni más ni menos que un exceso de grasa o un aumento del número de células que utilizaremos como combustible en el organismo», dejando claro que la obesidad crónica es una enfermedad controlable pero no curable.
En su intervención se centró en la obesidad mórbida, aquella en la que teniendo en cuenta el índice de masa corporal, el individuo soporta más de 40 kilos por metro cuadrado de superficie corporal, o más de 35 pero con ciertas comorbilidades que provocan discapacidad grave o minusvalías.
Habló de la obesidad en términos globales, asegurando que es un problema creciente y pandémico en los países más ricos pero también en los países pobres por una ingesta no balanceada de calorías. Ofreció datos como que se trata del quinto factor de muerte en el mundo, con 2,8 millones de muertes anuales relacionadas con esta enferdad. Se piensa que existen unos 500 millones de obesos, alrededor del 10% de la población, y de ellos 42 millones son niños por debajo de 5 años de edad, con especial incidencia en Estados Unidos.
El profesor Jesús Martín recordó que esta obesidad genera una discrimación social, educacional y laboral, ya que son personas a las que les cuesta mucho integrarse en la sociedad a todos los niveles. Tienen un mayor riesgo de padecer intervenciones quirúrgicas, sufren frecuentemente enfermedades respiratorias, diabetes o hipercolesterolemia, insuficiencia coronaria y bascular, alteraciones en los embarazos, cánceres relacionados con el exceso hormonal, o un gran desgaste en su sistema osteoarticular «porque llevan encima a un hermano gemelo», explicó el doctor. Tienen limitaciones físicas muy serias, dolores articulares e insufiencia respiratoria al tumbarse, por lo que aumenta el riesgo de muerte.
Estos y otros muchos motivos enumerados por el conferenciante justifican la aparición de la cirugía bariátrica, mucho más teniendo en cuenta que todos los tratamientos tienen una tasa de fracaso del 95%. Pero advirtió muy claramente que «la cirugía bariátrica no es un tratamiento estético, es un tratamiento de salud, de mejora de vida».
Este tipo de intervenciones aparecieron en Ciudad Real en el año 2000, siendo Jesús Martín y su equipo pioneros en Castilla-La Mancha. Enumeró algunos de los objetivos que persiguen los cirujanos a largo plazo, como obtener un porcentaje bajo de complicaciones operatorias, una baja tasa de mortalidad asociada a la cirugía, la pérdida de exceso de peso superior al 50% mantenida a largo plazo, y fundamentalmente dar una buena calidad de vida al paciente.
Argumentó que en el equipo multidisciplinar marcan una serie de criterios generales para poder acceder a este tipo de intervenciones, como sufrir más de 5 años obesidad mórbida, estando la edad ideal entre 18 y 60 años, aunque se hacen excepciones por encima de 60 años y nunca por debajo de 18. Deben haber fallado otros tratamientos, no evidenciar trastornos psiquiátricos mayores, y tener un entorno social y personal colaborativo. «El objetivo lo consigue el paciente con la herramienta que nosotros le damos, que es la cirugía», sentenció Martín.
La cirugía consigue una disminución de la ingesta de alimentos «porque al paciente le vamos a provocar una minusvalía digestiva». Las técnicas más frecuentes en su equipo son el bypass gástrico y la gastrectomía tubular. Contó con imágenes muy explicativas en qué consiste cada una de esas técnicas quirúrgicas, cuáles pueden ser las complicaciones derivadas y también los beneficios o resultados que obtienen los pacientes para el resto de su vida, evidenciados en la bajada de peso y consecuentemente del índice de masa corporal, y en la desaparición de enfermedades como la diabetes o las insuficiencias respiratorias, entre otras muchas.
El doctor Jesús Martín es jefe de servicio de Cirugía General y Aparato Digestivo en el Hospital General Universitario de Ciudad Real y profesor en la Facultad de Medicina de Ciudad Real dentro de la Universidad de Castilla-La Mancha. Es cacereño de nacimiento y ciudadrealeño de adopción. Estudió medicina en la Universidad de Valladolid, y en 1990 se incorporó al equipo de cirugía del antiguo Hospital de Alarcos de Ciudad Real, ocupando la jefatura del servicio desde 2005. Juan Emilio Feliú, coordinador de la sección de Ciencias de la Salud del Ateneo, lo calificó como «un clínico con una gran experiencia asistencial y uno de los pilares maestros sobre los que se sustenta el actual Hospital General Universitario de Ciudad Real».