La Sección de Literatura del Ateneo de Almagro (www.ateneodealmagro.org), coordinada por Ángel Luis Moraga, organizó la presentación del poemario “Alejandra, una licencia poética” del autor Jesús Miguel Horcajada.
Jesús Miguel Horcajada García nace en Almagro, Ciudad Real, en Diciembre de 1988. Es aficionado del teatro y de la literatura como artes particulares. Entusiasmado de la naturaleza, de los niños, y de la bondad en todas sus formas. Tiene publicados los poemarios Caridad (MRV 2015), Girasoles en estación de servicio (Ediciones en huida 2015), Donde nacen los charcos (Versátiles 2017), Conciencia del agua (Lastura 2018) y Alejandra, una licencia poética (Baile del Sol 2021). Ha colaborado en diversos medios literarios digitales como revistas y fanzines así como en distintas publicaciones impresas y antologías. Ha sido, junto al dramaturgo Luis Molina, cabecilla de sacar adelante el Salón del poema ilustrado en sus primeras ediciones antes de ceder el mando a los actuales organizadores. Cabeza loca, definitivamente, que se metía en todos los fregaos antes de darse de bruces con la realidad cultural de este país. Digamos que se ha cansado de luchar por el derecho de los demás a la cultura. Desde la primera década del 2000 mantiene abiertos los blogs ‘Donde nacen los charcos’, ‘Descansarán las estrellitas’, ‘El otro lado de la puerta’, ‘Un cinco de Abril / y la historia estaba escrita’, y ‘Nadie me dijo que soñara’.
El acto fue presentado por el presidente del Ateneo de Almagro, José Antonio Prieto, y seguido por Ángel Luis Moraga, quien presentó al autor y le dio la bienvenida, ya que “en la sección de literatura nos gusta dar cabida a todos los autores que quieran compartir sus obras, pero especialmente a los de la tierra. Seguidamente, Luis Miguel explicó el origen de la obra “Alejandra, una licencia poética” y recitó la mayoría de los versos del libro. Hubo un turno de preguntas y comentarios en el que la gente se animó a preguntar y comentar, de modo que se estableció una especie de coloquio entre público y mesa. Finalmente, el autor firmó los libros a las personas que quisieron adquirirlos.