El Ateneo de Almagro (www.ateneodealmagro.org) ha promovido a través de sus Secciones de Cultura del Vino (coordinada por Öle Janzzen) y Ciencia y Tecnología (coordinada por Francisco Jesús García Navarro) una nueva actividad de conocimiento e inmersión en el mundo de los vinos de La Mancha. Un nutrido grupo de ateneístas pudo realizar una completa visita enológica-cultural en la ciudad de Tomelloso y, en esta ocasión, con el propósito de conocer de primera mano la actividad realizada por la bodega cooperativa Vinícola de Tomelloso. Y, del mismo modo, catar los buenos caldos que desde hace más de tres décadas produce y comercializa la empresa. El perfecto complemento de la iniciativa fue la visita al gran patrimonio que atesora en el subsuelo la ciudad, esto es, a las cuevas en las que, en origen, se producía y almacenaba el vino tomellosero.

Los orígenes de Vinícola de Tomelloso se remontan al año 1986, cuando 28 familias de viticultores y elaboradores con bodega propia deciden unirse para comercializar conjuntamente los vinos que cada uno de ellos elaboraba en sus tradicionales cuevas.

Para ello, emprenden un proyecto de reestructuración de viñedo, sustituyendo algunas plantaciones de viña de la variedad Airén, predominante en la zona, por otras nuevas variedades: Macabeo, Chardonnay y Sauvignon Blanc, Tempranillo, Cabernet Sauvignon, Merlot, etc.

En 1991 aparece su primer vino embotellado: “AÑIL”. Este vino blanco elaborado con uvas de la variedad Macabeo, va a suponer un nuevo concepto de los vinos blancos manchegos, creando una revolución en los embotellados de la región.

Casi al mismo tiempo, aparece su primer embotellado de vino tinto con las marcas “ABREGO” y “TORRE DE GAZATE”, teniendo esta última una importante repercusión en el mundo del embotellado.

Ha sido una de las bodegas pioneras en la elaboración de espumosos en Castilla-La Mancha. En el año 1987, se impulsó un proyecto de elaboración de espumoso con la variedad autóctona de la zona “Airén”, surgiendo la marca “MANTOLAN”. Posteriormente se continuó trabajando e investigando, sustituyendo la variedad Airén por las variedades, Macabeo y Chardonnay.

 

El número de botellas producidas por esta bodega ha ido creciendo año tras año, siendo reconocidas sus diferentes marcas tanto a nivel nacional como internacional.

En la actualidad, la clave de la alta consideración de sus vinos por parte del público y crítica es consecuencia de una mezcla entre tradición y modernidad, en ella conviven los conocimientos adquiridos a lo largo del tiempo con las técnicas más avanzadas de vinificación. Además, de las condiciones especiales agronómicas y climatológicas que permiten producir unos vinos muy competitivos a nivel mundial en calidad y precio.

La visita inmersiva en la cultura del vino de nuestra tierra que ha realizado la institución cultural almagreña finalizó con una visita a las cuevas (Tomelloso cuenta con más de 2000, y de ellas 150 visitables). En este rico patrimonio se producía y almacenaba en los primeros tiempos el vino que, a la postre, ha sido el gran motor de desarrollo y prosperidad de la ciudad manchega visitada en esta ocasión por el Ateneo de Almagro.

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