La Sección de Ciencias de la Salud, coordinada por Juan Emilio Feliú, acogió el pasado viernes la conferencia “Situación actual de las secuelas del paciente infectado por Covid grave”, a cargo de la Doctora e Intensivista del HGUCR Hasania Abdel-Hadi Álvarez en el Ateneo de Almagro (www.ateneodealmagro.org).

Hasania Abdel-Hadi estudió Medicina en Cádiz, se especializó en Medicina Intensiva en Soria y estuvo trabajando también en Madrid y en Cádiz. Actualmente es Facultativa Especialista de Área (FEA) en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital General Universitario de Ciudad Real, además de Profesora Asociada Responsable de la asignatura de ‘Enfermedades por agentes externos: infecciones e intoxicaciones’ de la Facultad de Medicina de Ciudad Real.

La Doctora comenzó su ponencia introduciendo y explicando cómo surgió el COVID-19, desde su descubrimiento en Wuhan (China), pasando por la evolución del término de Coronavirus, hasta los síntomas y receptores a los que se une este virus.

Hasania mostró al público algunos de los casos de sus pacientes de COVID grave desde que comenzó la pandemia, quienes presentaban un cuadro agudo con importante liberación de mediadores inflamatorios, y dio a entender el procedimiento de sedo-relajación y de las maniobras de reclutamiento, como poner al paciente boca-abajo o suministrar corticoides. Estos pacientes graves suelen atravesar tres fases: la primera fase, con síntomas como la fiebre; una segunda fase con problemas respiratorios y cuadros infecciosos asociados; y una tercera en la que se hayan diversas complicaciones.

La Intensivista del HGUCR quiso resaltar el duro trabajo que realizaron todos los sanitarios durante la pandemia y los pocos recursos con los que contaban en el Hospital de Ciudad Real, además de exaltar la labor de los fisioterapeutas para intentar recuperar la movilidad de los pacientes tras sufrir el COVID.

Para finalizar su intervención, Hasania Abdel-Hadi hizo una reflexión sobre la evolución de las olas pandémicas, en las que destacó que actualmente disponen de nuevas herramientas para poder tratar a pacientes que en la primera ola era impensable poder sacarlos adelante; que las secuelas del virus (como las cefaleas, pérdida del olfato, gusto, movilidad o fuerza) aún cuesta resolverlas; que la situación inmunitaria del paciente es fundamental para ayudarnos a luchar contra la enfermedad, lo que hace que desgraciadamente continuemos teniendo tasas de mortalidad muy altas; que las cicatrices de los pulmones casi desaparecen; y que la vacunación masiva sin duda ha sido un pilar fundamental para el control de la pandemia.

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