Fue la segunda conferencia enmarcada en el proyecto Almagro CIC que pretende dar voz a los jóvenes talentos de la localidad

El Ateneo de Almagro ofreció este jueves una nueva propuesta dentro del programa Almagro CIC (Crea, Investiga, Comparte), con una conferencia telemática protagonizada por José Miguel Calzado Espinosa «Marko Montana», director del Festival Internacional de Cine de Almagro, productor, guionista y emprendedor.

Maru Ginés, coordinadora del proyecto Almagro CIC, presentó a este joven almagreño que tras residir, formarse y trabajar en países como Inglaterra, Malta, Francia, Portugal y Alemania, regresó a su pueblo para poner en marcha varios proyectos, entre los que se encuentra el Festival Internacional de Cine o el Coworking Bolaños que él mismo ha creado e impulsado en la localidad vecina. «Su meta no es otra que crear atractivo turístico, contribuyendo al crecimiento económico y cultural tan necesario en este momento, y quiero darte las gracias por poner tu talento al servicio de nuestro pueblo», dijo Maru antes de ceder la palabra al protagonista de la conferencia.

«Yo fui uno de esos tantos que por obligación autoimpuesta tuvimos que emigrar, pero con el tiempo te das cuenta de que las oportunidades no dependen tanto del lugar en el que te encuentres ni del contexto, sino de uno mismo». Esta confesión inicial de José Miguel Calzado fue toda una declaración de intenciones, abriéndose con sinceridad y generosidad a lo largo de su narración para repasar su trayectoria vital y profesional.

Contó cómo tras adquirir formación en Márketing y Dirección Comercial, decidió emprender en Berlín en 2016, «en un ecosistema óptimo para desarrollar una productora audiovisual. Montamos un equipo internacional muy diverso de siete personas que dimos forma a la idea inicial, más otras dieciséis que llegaron a ser parte del equipo de producción». En la puesta en marcha de su productora descubrió que «el paradigma tradicional de cómo deben ser los negocios necesitaba una actualización, y lo vimos muy claro. No había que competir en precio, sino competir en valor e invertir en la gente, en su desarrollo personal».

Reconoció que la vida de emigrante no es fácil, pero contó cómo siempre desde una nueva visión novedosa con respecto al enfoque empresarial, consiguieron salir a flote. Y fue allí donde surgió hace cuatro años la idea de dar vida a un festival de cine en Almagro, en La Mancha: «Queríamos hacer un proyecto profesional, teniendo el referente de nuestro hermano mayor y del que hemos aprendido mucho, el Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro», aseguró Marko Montana. Dijo que «a veces el árbol no te deja ver el bosque, pero hemos visto que tenemos un potencial enorme gracias a la gente de fuera que ve en Almagro un oasis cultural. Eso nos ha permitido creer en nosotros mismos, y darnos cuenta de que habíamos creado algo grande».

Habló de la estructura del Festival, con un equipo humano de 53 personas, casi todos menores de 30 años, y reflexionó sobre el punto de encuentro que supone este evento para quienes están implicados en la organización, pero también para toda la gente que viene de fuera, profesionales, amateur o simples aficionados y espectadores. Explicó cómo funciona el comité de selección que decide, con muchas horas de trabajo y dedicación, qué cortos entran en la programación ofrecida por el Festival, asegurando que «por cada corto proyectado hay otros 50 que no entran en la programación».

Anunció que está impulsando la creación de la Federación de Castilla-La Mancha de Festivales, con la intención de crear identidad propia y sumar sinergias para el beneficio común. Recordó otros proyectos en los que pudo participar el pasado verano dentro del Campo de Calatrava buscando una dinamización y puesta en valor del territorio, e insistió en la importancia de adaptarse a lo que piden los tiempos que vivimos. «Hay que ofrecer contenidos, experiencias, cosas que nos hagan sentir», aseguró este joven emprendedor antes de pasar a debatir con los espectadores telemáticos de esta cita ateneísta.

José Antonio Prieto, presidente del Ateneo, demostró una vez más en su intervención la ilusión personal con la que afronta el proyecto Almagro CIC, y se mostró especialmente satisfecho por haber podido contar en esta ocasión con Marko Montana: «Ya hace tiempo que veníamos fraguando este contacto y colaboración que queremos que sea duradero en el tiempo. Encontrar a gente como José Miguel dispuesta a dinamizar la cultura de nuestro territorio con una proyección internacional es una perla, una joya que hay que valorar en todas sus dimensiones», declaró José Antonio.

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