El Ateneo de Almagro (www.ateneodealmagro.org) a través de su Sección de Cultura del Vino, coordinada por Öle Janzzen, ha organizado un completo programa en su desplazamiento a Socuéllamos como centro de referencia en la producción y comercialización de los vinos castellanomanchegos. Al respecto, la visita contó con la asistencia de un nutrido grupo de ateneístas y comenzó en el Museo Torre del Vino con que cuenta la población de Socuéllamos desde el año 2014. Ante de realizar un didáctico recorrido por sus instalaciones el grupo pudo disfrutar de las impresionantes vistas de la localidad y llanura manchega que ofrece el mirador panorámico situado en su última planta. Posteriormente se llevó a cabo el itinerario propuesto por el Museo a través de sus distintas salas comenzando por la historia del vino, el cultivo, la vinificación, la cata, el maridaje, las ceremonias, la comercialización y la exportación. Finalmente, la expedición almagreña completó su estancia en las instalaciones del Museo catando algunos de los caldos que atesora la ciudad de acogida.

En un segundo momento el grupo de visitantes se desplazó hasta la bodega Tinedo, una de las más antiguas de La Mancha, una bodega familiar que desde 1846 produce vinos de finca y de parcela. Todo ello, a través de procesos naturales, respeto a la tierra, inspiración, producción ecológica y sostenible para una economía verde. Una mirada contemporánea que revitaliza el vino de “terroir” en La Mancha. Utilizando procesos de vinificación manual se ha conseguido reducir el estrés de la planta y se permite que la uva llegue a la bodega intacta y en las mejores condiciones para su elaboración. El objetivo es minimizar el contacto entre el mosto sin fermentar y el oxigeno y, ya en bodega, bajar la temperatura de la uva mediante el uso de equipos de refrigeración e inertizar con hielo de CO2. Se vinifica en hormigón y barrica vieja, y la fermentación y crianza se hace en depósitos desnudos de hormigón -sin ningún tipo de recubrimiento interior-. El proceso de extracción es siempre suave y manual, utilizando uvas despalilladas sin estrujar, con bajas temperaturas de fermentación y maceración que varía según el tipo de uva.

El objetivo de la crianza es estabilizar el vino y potenciar su clarificación natural sin filtración. Para ello se utilizan tanques de cemento y barricas en los que las lías sedimentan con mayor facilidad. Todos los vinos envejecen en la bodega, entre uno y cuatro inviernos, estabilizándose así de forma natural. El resultado es que entre los vinos de finca destacan notablemente y con un magnífico resultado los siguientes caldos: Cala n.2, Cala n.1, Ja!. Por otra parte, se presta especial atención a sus vinos de parcela, a saber: Finca Tinedo Tempranillo (selección parcela), Finca Tinedo Syrah (selección parcela), Finca Tinedo Moscatel seco (selección parcela) y, Runrún (selección parcela).

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