El Ateneo de Almagro comenzó las actividades de 2020 con la entrega de diplomas y obsequios a los participantes en la III Muestra de Belenes y con una conferencia de José Miguel Nemesio

El Ateneo de Almagro retomó sus actividades el pasado sábado en su sede para celebrar el último acto con tintes navideños, efectuando la entrega de diplomas y obsequios a los participantes en la III Muestra de Belenes organizada por esta asociación. Se trata de una de las propuestas más veteranas y arraigadas en el Ateneo, ya que son 18 años celebrando el concurso de belenes reconvertido en muestra en las tres últimas ediciones.

Un total de 9 familias, hermandades y asociaciones almagreñas concurrieron a la muestra, recibiendo sus representantes de manos de Maru Ginés un diploma y un pequeño regalo en forma de figura para sus belenes. Los participantes fueron Manuel Miguel Manzanares Ureña, María del Carmen Morales Golderos, María del Carmen y María de las Nieves del Río Muñoz, Nieves Broceño Cuadra, Cristina Vicente Fernández, Asociación Cultural de Belenistas de Almagro, Esclavitud de la Santa Vera Cruz, Emilio Gascón Gómez y José Antonio Hervás Rodríguez.

Pero el acto comenzó con una curiosa e interesante conferencia a cargo de José Miguel Nemesio, farmacéutico de profesión y apasionado de la historia, quien se trasladó desde Torrente (Valencia) para hablar sobre el Belén como punto de encuentro. En una primera parte hizo una breve retrospectiva sobre la tradición belenista en el mundo cristiano, enseñando imágenes del que puede considerarse el primer Belén conocido, ubicado en la iglesia del Martirio de Bolonia, formado por figuras de madera hueca fechadas en el año 1250 y de autor anónimo.

Pero su conferencia se centró fundamentalmente en el Belén como argumento pedagógico: «Los belenes cuentan una historia preciosa que nos viene bien para reflexionar y madurar desde la fe, o simplemente para ser mejores personas», aseguró Nemesio. También se detuvo en algunos de los personajes que podemos encontrar en el Belén, para reflexionar sobre las enseñanzas positivas o negativas que pueden transmitirnos. Por último enseñó imágenes de su Belén particular y habló de su proceso de construcción.

Todos los asistentes pudieron disfrutar de un chocolate y unos bizcochos preparados para la ocasión por los ateneístas, en un acto cercano y simpático que da el pistoletazo de salida a las actividades de 2020.

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